El presidente Alvaro Colóm, en su discurso posterior a estos hechos dijo: “…reconozco los hechos de violencia que se están dando… la situación de seguridad es difícil.” Pidió a la población calma y aclaró la no implementación de estado de excepción o estado de sitio en la capital.
Ante esta realidad de violencia creciente en Guatemala, el teólogo Mynor Herrera hizo su presentación ante los miembros y no miembros de la Sociedad Evangélica de Estudios Socio religiosos.
Se preguntó: “¿En qué hemos fallado?”. Consideró que “hay fallas de la iglesia y de los pastores en acompañar a los políticos”. En su estudio encontró que “de treinta y cinco cristianos-políticos que entrevistó, uno dijo haber recibido el acompañamiento al nivel personal y para su familia; los restantes, no lo recibieron ni en lo personal, ni en su familia; lo necesitaron, fueron marginados por sus iglesias por lo tanto, están decepcionados”, afirmó.
Siguió diciendo que “algunos de los cristianos que participan en política, tenían la ilusión de hacer un aporte a su comunidad, contribuir a mejorar la calidad de vida, pero la iglesia los separó y se quedaron solos, fueron presa fácil de politiqueros. Sin acompañamiento pastoral, al llegar al poder, éste los corrompe y los anula.”
Por otro lado, afirmó que pensamos que los cristianos sólo necesitan un poco de ayuda para desarrollar sus actividades pastorales con los políticos; sin embargo, la situación es más compleja, porque la falta de orientación política es a nivel general, ya que en muchos casos los pastores condenan la politiquería que se da fuera de la iglesia, y sin embargo, es la práctica dentro de la iglesia”.
Entre otras cosas comentó el teólogo que “en la iglesia participan profesionales que son servidores públicos. El abogado no lo sacan de la iglesia, puede ser el presidente de la Corte Suprema de Justicia, y la justicia es criticada por la sociedad de corrupta. El médico no sufre ningún rechazo, aunque trabaje en algún centro hospitalario donde el mal manejo de los recursos está visible para la ciudadanía. En los dos casos mencionados, no se les juzga porque son considerados como personas, mientras que al político se le juzga, se le castiga y se le separa de la iglesia por su profesión”.
Herrera concluyó diciendo “Los cristianos debemos ver a los cristianos políticos como personas con necesidades espirituales. Es importante darles el acompañamiento pastoral, para eso, es una necesidad tener conciencia en enseñar a la gente a vivir aquí y buscar el desarrollo del país”.
fonte:http://www.alcnoticias.org/interior.php?lang=687&codigo=13752&PHPSESSID=446efb33968a7f55ec0cf0b8a3a24372
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